Mi (avanzada) edad me permite recordar muchos ecos poderosos de canciones y artistas que en mi niñez sonaban desafiantes en una época en la que los regímenes militares eran demasiado comunes. Los convulsos años ’70 venían con la resaca de Vietnam y el florecimiento o el recrudecimiento del militarismo en América Latina. El arte de esos años no era la puta desfachatada de hoy día y puede decirse que las canciones de entonces se hacían para pensar, para interiorizarse, para que fueran eternas. Por eso aún, con casi 45 años, yo recuerdo esas voces.

Nino Bravo
Nino Bravo

Una de ellas era la de Nino Bravo, un español de voz inmensa y sin fracturas, que nunca pude apreciar en su momento pues apenas me acercaba a los cinco años cuando murió en un accidente vehicular, hace hoy justamente cuatro décadas. Pero a pesar de que él ya no estaba cuando empecé a cobrar conciencia y a distinguir artistas y canciones (hacia el final de esa década prolija y durante todo el resto de mis muchos pocos años), Nino Bravo se hizo dueño de una enorme porción de mi aprecio. Sus canciones me parecían perfectas, adornadas por su principal atributo, esa voz que tronaba en armonía cuando escalaba notas.

Estoy claro en que Nino Bravo no se puede calificar de “Nueva Trova” (que era una canción eminentemente social y guerrillera), pero con “Libre” el español se hizo un espacio en ese mundo y su canción fue himno en gran parte de esa latinoamérica reprimida que mencionaba antes. Pero lo cierto es que Nino Bravo era más un artista romántico y popular, como lo demuestran las demás canciones recordadas bajo su voz. Yo suelo decir que si Nino no hubiera muerto, cantanticos como Julio Iglesias no habrían pasado de cantar en bares y cantinas.

Las generaciones de hoy día probablemente ni saben quién fue este hombre. Dudo que conozcan su obra y sus canciones, pero no se le puede pedir tanto a una sociedad profundamente sumergida en la simpleza, la vulgaridad y la chabacanería, embadurnada por el tufo de un dembow pélvico sin más mérito que ser una droga pornoacústica que denigra hasta por error.

El iluso que vive en mí mantiene cierta fe de que hombres como Nino Bravo, que apenas con 28 años se hizo eterno y preñó de libertad la última generación con cojones que ha tenido el mundo, algún día puedan ser reconocidos.

No sé si quienes me leen lo entiendan. Probablemente no. Pero sería bueno que leyeran un poco de lo que produjo “Libre” en América Latina hace más de 40 años, llegando a ser una canción prohibida no por plebe y vulgar, sino por poner a pensar a la gente. Porque daba ganas de romper con el maldito estatus quo que reinaba. ¡Qué época tan hermosa fue esa!

Aquí algunas de sus canciones más populares:

Un beso y una flor

América

Cartas Amarillas

Noelia

Mi tierra

Libre

Sin dudas, la canción más importante de su trayectoria…

3 Comments 40 años sin Nino Bravo

  1. Gia Guzmán

    Me ha encantado, ha sido un agradable viaje a la nostalgia, a mi abuela es a quien debo agradecer que yo conozca a artistas como Tito Rodríguez, a Roberto Ledesma, a Julio Jaramillo y por supuesto al inigualable Nino Bravo, a la existencia de emisoras como Disco 106 (y nombro esta porque yo aún estoy en mis 20 y algo). “Libre” no es una simple canción, “Libre” es un himno de victoria que cualquiera puede aplicarse a diversos momentos de la vida, es escucharla y sentir la necesidad de cantarla, de abrir los brazos en el proceso, de erguir el pecho. Otra de mis predilectas es la interpretación que hace de “Te quiero, Te quiero”… Nino Bravo, atemporal.

    Reply
  2. Amandysha®

    Para mí la música de Nino Bravo es eterna y aunque pertenece a una generación que la vivió, seguirá viviendo entre todas las que tengan el placer de escucharlo.

    Letras que trascienden, voz que ruboriza la piel… Sus canciones continúan siendo actuales y universales.

    Nino en los 70’s fue el Michael Buble de hoy día. Y aún hoy día, cualquiera con la debida sensibilidad, lo escucha por primera vez y exclama: “que bonita canción, que gran voz”.

    Btw, Cartas Amarillas es mi favorita. Y te falto una bien bonita: “Te quiero, te quiero, te quiero”. ¡Buen post!

    Reply
  3. Raul Hermosilla

    Para mí Nino Bravo es el más grande de los cantantes de habla hispana de todos los tiempos, porque hizo en 3 ó 4 años lo que otros artistas ni siquiera viviendo toda una vida, son capaces de conseguir: trascender a su tiempo, a su país, a su figura. Es un emblema universal de cómo haciendo las cosas bien, puedes triunfar y ser querido para siempre.

    Comparto en gran medida tu opinión respecto a la porquería en que se ha transformado el arte en nuestros tiempos y cómo ha ido degenerando hacía un abismo que parece no tener fondo. En mi vida cotidiana suelo ser un optimista de tiempo completo, y pienso que el día de mañana puede ser mejor que el de hoy. Sin embargo los referentes musicales de hoy, en su mayoría, me dan náuseas y hasta cierta lástima. Lástima porque pudiendo hacer mejor las cosas no lo hacen, y se quedan en el aplauso fácil y hueco.

    Pero bueno, espero que algún día las cosas retomen el curso que nunca debieron haber extraviado, y que la belleza y hermosura de una canción, o una pintura, o una obra teatral, o un buen libro que no reduzca el amor a una sado-dominación, sean apreciados por lo que son: frutos del pensamiento, del sentimiento y del amor humano.

    Reply

Deja un limón acá