Quizás a muchos les sorprenda que haga un post sobre esta artista, pues ella no forma parte de la jevitada musical que hoy puebla nuestros radios y televisores, sin mencionar las iPods de los pudientes.

Sin embargo, tengo que confesar que Rocío Dúrcal siempre figuró entre las artistas que más me agradaba escuchar. Era una señora con una voz envidiable y poderosa, y tenía un “don de gente” que realmente asombraba a quienes la veían adueñarse de los escenarios.

No se movía como una Shakira, no tenía letras provocadoras como un Daddy Yankee, y seguramente no tenía una vida aloqueteada y llena de luces extrañas como tienen muchos de los artistas que hoy día siguen (seguimos) con delirio.

Pero era una mujer tremenda, una persona con un talento realmente digno de conocerse y apreciarse. ¡Paz a su memoria!