Cuando yo era niño, hace como quince películas de James Bond, no existían los centros comerciales. En cambio, los negocios tenían sus propios locales, independientes y privados. La Duarte, la Mella y la calle El Conde (que no era peatonal) conformaban los ejes comerciales de la ciudad, y estaban llenas de empresas de todos los tamaños y formas, algunas que aún subsisten hoy. Era la época en la que los canales llegaban hasta el 13 y había que pararse de la mecedora para cambiar las películas japonesas que daban en Tele-Inde y sintonizar, en blanco y negro, a Yaqui Núñez del Risco ya poblado de canas en El Show del Mediodía.
Ir al cine era decidir entre el Doble o el Triple que (¿adivinan?) consistían meramente de dos o tres famélicas salas de proyección. La pizza era de La Campiña (donde hoy todavía agonizan los Tom Collins de Don Pincho) y el Mario era lo más bacano a nivel de comida fuera de casa. No había Pizza Hut ni Wendy’s y todavía no se había inventado la yaroa. Los colmados subsistían sin necesidad de los deliveries… de hecho, las motocicletas eran escasas, como también lo eran los automóviles. Juan Hubieres era un simple chofer capota roja en la ruta de la 27 hasta el Seguro, pero ya entonces usaba la chaquetica con bajo a jiedevivo que todavía se calza. Para comer helados había que fajarse con un Banana Split de Los Imperiales, o una paleta de fresa de Nevada (si dijiste “¡es un helado!”, eres tan viejo como yo).
Y entonces construyeron Plaza Naco.
Arrancaron las plazas
En nuestros días, parecería que cada mes se inaugura una nueva plaza mientras los negocios en locales autónomos cada vez son menos. Razones de economía de escala, seguridad, comodidad y conveniencia están detrás de este cambio. Todo empezó cuando en los años 60, la Compañía Nacional Constructora dibujó los contornos de un nuevo vecindario en lo que entonces eran los suburbios de una ciudad que apenas llegaba a la Máximo Gómez. Así nació el Ensanche Naco, nombrado obviamente por la constructora. A mediados de los 70 fue inaugurada la primera plaza comercial del país, Plaza Naco, un proyecto audaz e inédito que tuvo su melliza en el Centro Comercial Naco, justo al otro lado de la entonces reluciente Avenida Tiradentes.
La Plaza y el Centro Comercial Naco se convirtieron en las primeras plazas comerciales del país, y tuvieron un enorme éxito. No puedo recordar las tiendas fundadoras, pero ya para cuando “brillaba” en mis clases del San Judas Tadeo, Plaza Naco tenía la Ferretería Morey, Deli-Donuts, Musicalia, La Casa de los Trucos y, escondida en un laberinto de pasillos, la tienda de Filatelia y Nunismática de doña Josefina (cuyo apellido era Wiese o Wuell, francamente no recuerdo). Al frente, en el CCN, la inolvidable Bolera y la más inolvidable Geyda, que fue la tienda más importante de mi adolescencia (el que entendió, entendió).
Fue en Plaza Naco donde se instaló la primera escalera mecánica del país, lo cual era motivo suficiente para visitar el lugar y subir y bajar sopotocientas veces ante la mirada divertida de nuestros padres. Plaza Naco aún subsiste, lo mismo que el Centro Comercial. Sin embargo, han perdido vigencia y hoy son simples lugares donde uno va cuando no tiene más remedio. Solo Pizzarelli y el Banco de Reservas me parecen ser negocios con flujo decente.
Tuvieron que pasar más de diez años antes de que un nuevo centro comercial debutara en Santo Domingo. Inmortalizado por Toque Profundo en “El Jevito”, Plaza Central abrió sus puertas en 1988 y efectivamente se convirtió en el “must-be place” de la ciudad. Tipificada como la “manzana de oro” porque ocupaba casi todo el perímetro de esa esquina (salvo el solar donde luego estuvo Bancomercio donde luego estuvo Baninter donde luego estuvo el Scotiabank), Plaza Central parecía ser el real epicentro de la ciudad.
Esta plaza tiene un significado especial para mí, pues allí nacieron mis amistades más sólidas. Los BBSianos nos reuníamos los sábados en la tarde en las mesas frente al desaparecido Provocón, y luego nos íbamos a jugar Mortal Kombat y Tekken en Funtástico, a inicios de los años 90.
En estos días, Plaza Central languidece entre olor de uñas postizas, bufetes de abogados y centros de desabolladura y pintura de chapiadoras, y aunque ha tenido varias encarnaciones e intentos serios de relanzamiento, es casi imposible encontrar todas las escaleras mecánicas en funcionanmiento.
También para finales de los 80 surgió la Plaza Merengue, en la 27 de Febrero con Tiradentes. Los dueños la pintaron como un arcoíris y eso devino en que inicialmente esa plaza fuera conocida como “La Boleta Única” (para las elecciones de 1986, la JCE inauguró la metodología aún vigente de entregar una sola boleta con todas las opciones electivas, cada cual con su color).
Alrededor de 1990 surgió la que aún es la plaza que más extraño: Plaza Criolla, entre la APAP y UNAPEC. Esta plaza artesanal tenía singulares características, empezando con un ambiente fresco y jovial. Las tiendas eran de un solo nivel y tenían un marcado énfasis en el turismo. Creo que era operada por TerraBus, cuya terminal estaba justo al lado. En una de las tiendas de Plaza Criolla compré con mis ahorros una gran pieza de ámbar que regalé a mi madre y que ella aún conserva.
Actualización: Un amigo me hace llegar este pantallazo de “Imágenes de nuestra historia” en donde se ve a Pedro Pérez Vargas, uno de los pioneros de la locución dominicana, posando frente a la Plaza Criolla. La imagen dice estar fechada en 1979.
Estas plazas pioneras dieron paso a decenas de otros centros comerciales, algunos desaparecidos, otros aún vigentes, y muchos… agonizantes.
Los años 90
La década de los 90 vio surgir muchas plazas, algunas tipo “boutique” como Andalucía y Cataluña, otras más grandes como Unicentro Plaza. Galerías Comerciales, en la 27 de Febrero frente al Olímpico, no tengo idea de su antigüedad, pero sin dudas es de esos lugares donde aún se siente que el tiempo no ha pasado. Supongo que data de inicios de los 90.
Arcadas, que existía en lo que hoy es BlueMall, era una de las plazas más singulares del país. Locales de comida y bebidas (Tacos del Sol y Beerhouse destacan en mi memoria) hacían perfecta simbiosis con un parque de atracciones mecánicas donde resaltaba la famosa “Alfombra Mágica” que volvía locos a los muchachos. Allí tuve un incidente desagradable cuando deslizándome con Vielka ella sufrió una fisura en su brazo derecho.
También en los 90 recuerdo la Plaza Fernández donde estaba el mítico “,kí” y Mundo sobre Ruedas (allí me di un guamazo que aún me duele intentando emular a Tony Hawk). Plaza Las Américas y Paseo de la Churchill son plazas mellizas, divididas por la Roberto Pastoriza. La Plaza New Orleans, pequeña y coqueta, tuvo su época de gloria por alojar el primer Drinks2Go.
Diamond Plaza y en especial Diamond Mall en su momento fueron “la grasa” de las plazas. El diseño pentagonal de Diamond Mall siempre jugó contra mi brújula y me di unas perdidas inmensamente pendejas allí. El cine de Diamond fue uno de mis favoritos, y su área de comida fue testigo de varias reuniones BBSianas… hasta que explotó aquél fatídico tanque de gas.
El Siglo XXI
Con el cambio del siglo la edificación de plazas cogió esteroides. Bella Vista Mall por muchos años fue mi plaza favorita, pues tenía una ubicación cómoda, todos los bancos, negocios de todo tipo y una muy buena área de comida. Aunque han intentado relanzarla muchas veces, hoy día sigue estando fuera de mi radar, mucho más luego de que quitaron los cines y el food-court se ha quedado bastante pelado.
Acrópolis Center (reciente relanzada como Business Mall), también surgió a inicios del siglo y fue la plaza más interesante por una buena parte de la primera década. Su diseño resultaba único en un país acostumbrado a los cajones. El “barco” que brota del medio de la plaza la convirtió en el epicentro de los selfies, en una época donde aún no existían los selfies. Con todo, Acrópolis ha sufrido un notable descenso en la preferencia, aunque personalmente es una de las plazas que más visito por sus restaurantes y el cine. Pero fuera de ahí, la verdad es que le queda muy poco en su oferta.
La Plaza Universitaria consiguió posicionarse como una plaza joven con varios restaurantes como Peperoni y Pizzarelli. Su único sempiterno problema es uno que aqueja a muchas plazas: pocos parqueos. Y hablando de parqueos, también para inicios del siglo surgió una de las más ambiciosas y estrepitosamente fallidas plazas de la ciudad: Malecon Center. Yo no sé las razones precisas de su fracaso, pero apostaría que su tenebroso y horrible parqueo tiene mucho que ver con su de’cule.
Admitiblemente, soy un “jevito” que solo en mi época de taxista llegué a ser asiduo cruzando al otro lado del puente. Sin embargo, Megacentro y Coral Mall son dos plazas que tuvieron mucho impacto en Santo Domingo Este, al punto que muchos llegamos a cruzar el Ozama para visitarlas.
La segunda década del siglo trajo muchas de las plazas que hoy día aún gustan entre jevitos y no tan jevitos. Blue Mall fue inaugurada en 2010 e impactó con un montón de tiendas ultra exclusivas. La novedad y la exclusividad empezaron a erosionar la preferencia del “público pasillador” en la cercana Acrópolis. El surgimiento de Ágora Mall en 2012 acrecentó la hemorragia de Acrópolis y Bella Vista Mall, las cuales pasaron a ser casi ciudades fantasmas.
Ágora Mall probablemente fue la plaza más exitosa de la década pasada si medimos éxito juzgando tráfico de visitantes. Una variada mezcla de locales, un parqueo (por fin) bien pensado y una “arquitectura ecológica” le dieron tal éxito que por eso la evito. A pesar de tener una torre de parqueos para 1000 vehículos, entrar y salir de Ágora suele tomar demasiado tiempo.
Además de Ágora, el 2012 también trajo a Sambil (el centro comercial más grande de Santo Domingo), Galería 360 y Silver Sun Gallery. Las dos primeras muy exitosas en público y tiendas, la última no tan concurrida (y apuesto que su parqueo tiene mucho que ver).
Downtown Center, inaugurada hace seis años, es probablemente la última gran plaza que tenemos en el DN. Con diversos restaurantes y uno de los mejores cines de la ciudad, Downtown es muy famosa entre los jevitos de hoy, los que obviamente se conocen como “popis”.
Desde el nacimiento de Plaza Naco en 1976 a este día, nuestra ciudad ha visto brotar una cantidad casi absurda de centros comerciales. El negocio parece ser muy bueno, mucho más en una ciudad donde el metro cuadrado de vocación comercial cada día se encarece a niveles paróxicos.
Estoy seguro de que me he olvidado de un montón de plazas importantes. Por suerte nunca pretendí ser exhaustivo, sino, como siempre, narrar desde el ombligo de mi maltrecha memoria recuerdos que poco importan, pero que ustedes por alguna bizarra razón se ponen a leer.
Que bonitos recuerdos de las plazas. Me considero un fervierte amante de las plazas abiertas, tipo Plaza Criolla, Galerias de Naco y en ese estilo. Precisamente en Galerías de Naco había una pizzería llamada Asia en donde recuerdo haber comido de las mejores pizzas de queso. Y que hablar de Geyda, ahh los recuerdos.
Con el Conde, al hacerlo peatonal se convirtió en una especie de plaza en donde había que ir para comprar las chacabanas en Blazer y Sederías California.
Muy buen limon.
No quise incluir El Conde como plaza porque aunque la hicieron peatonal con esa intención, y tiene una asociación que funge como administradora de la calle en sus aspectos comerciales, la verdad es que es otro tipo de entidad. Por eso tampoco incluí los hipermercados como Jumbos Luperon o los Multicentros, pues parecen plazas pero en el fondo no lo son. Aunque bueno, pueden mencionarse todos, al final se trata de que los comercios tengan maneras de atraer visitantes y compradores…
A todas las plazas mencionadas he ido o fui.
Sabrá dios lo que es bbsianos (aunque tengo una idea), vi desde fuera a mundo sobre ruedas, una pena lo de Plaza Criolla porque cuando estudiaba inglés en Apec me gustaba pasearme por esa plaza que ahora sabemos que se parecía mucho a mi, por su concepto. También puede ir a Geyda antes que cerrara porque llegué a trabajar en Galerías de Naco y mis minutos de descanso pasaban en su local, leyendo y escudriñando.
Jejeje, recoge esa cédula, querida! Los BBSianos somos un grupo de nerdos que nos conocimos por medio de los Bulletin Board Systems dominicanos. Nos amigamos primero por compartir ideas y debatir sin mirar rostros (no habían fotos digitales ni avatares, solo texto). Plaza Criolla era como entrar a una burbuja… salías del bullicio de la Gómez con 27 y entrabas a Plaza Criolla y como que hasta los pajaritos cantaban jevy. Gracias por pasar por acá, Glennita.
Yo sabía que resaltaría lo de la edad, MA´siembargo, casi todas las plazas mencionadas aún existen. Las conociste primero y AÑOS después, entonces yo. JAJAJAAJA.
Cuanta nostalgia de mis 20s y 30s. Conozco casi todas esas plazas, era asidua de Bella Vista Mall hasta que me fui de RD. No conozco Agora, Downtown Center o Sambil. Ya tendre el chance de ir por ahi. Como siempre, tus escritos me emocionan.
Gracias, Damarys 😀 Cuando vengas por acá avisa para armar un corito!
Hay otra limonada que menciona lo importante que fue Plaza Central par anosotros cuando éramos muchachones. Recuerdo los conciertos que se hacían en lo que ahora es el parqueo de Unicentro Plaza (que era emblemática por United Colors of Benetton), también en el parqueo de Plaza Central y Plaza Merengue (esa plaza sólo la recuerdo por los conciertos). También cuando empezaron a construir Ágora, que la gente de Ferretería Americana se puso las pilas e hizo un centro comercial “diunavé”.
La de Lizbeth Santos? jajajaja Épica esa. Y nos agenció una segunda cena con ella.
¡Esa misma! Todavía miro esa “Plaza” (que realmente es un mall) con nostalgia.
Rafa! que gusto verte por aqui!
Pequeño!!! Excelente post, te felicito y ye mando un GRAN abrazo!!!!
Gracias, Iván! Un lujo tu visita por este limonar.
Pobre Unicentro Plaza nadie la menciona, por cierto Galerías Comerciales creo que es más vieja de los 90.
Jejeje, yo la menciono de rafagazo nomás, pero sí, la menciono. Es que lo mejor que tenía esa esquina lo mataron cuando hicieron Unicentro Plaza: Los conciertazos que se hacían en ese parqueo, eso era un nivel demasiado duro. Pero no, había que hacer un tie’to e’ plaza ahí. -___-
Exacto fue como borrar un pedazo de historia a esa juventud. Esa esquina era espléndida. En cuanto Plaza Criolla era fenomenal mis abuelos iban ahí y mis padres por igual de cada de los 80’ recuerdo había un árbol en el parqueo que olían horrible si pisabas sus frutos… los pasillos de la plaza criolla eran un paseo y cuidado si caías . Como niña para mi era muy divertido y familiar. También tenia restará Inés recuerdo su olor agradable de domingo y todos bien vestidos. Que chulo ver esta página. Finalizó aún paso por ahí y miró hacia allá tiene un registro en mi vida.
Recuerdo cuando estudiaba en APEC lo jumos que me di en “El Tamara” que estaba ubicado en la Plaza Criolla.!
Hoy me entero que Plaza Naco y Centro Comercial Naco son dos entidades diferentes. Toda mi vida eso era “Plaza Naco” y ya.
Son plazas “mellizas”, en el sentido de que tienen un diseño muy similar. Plaza Naco es más grande porque tiene mucho más espacio detrás, pero vistas de frente, las dos son igualitas. Y el Centro Comercial Naco fue construido luego de la Plaza, aunque no muy tarde.
Excelente artículo !! Tengo fotos de plaza central, era mi preferida ! habia un lugar que aunque no era una plaza era bien concurrido por los jovenes de los 80 y 90 que era abajo de Cinemacentro, habian juegos de maquinita. En plaza naco recuerdo donde jugabamos boliche. Otro de los lugares mas divertidos era Mundo Sobre Ruedas !! Que tiempos !! p.s. cuando hablas de plaza criolla recuerdo que estaba la CENIZA donde vendian las mejores cervezas y mas frias por otro lado, debes arreglar la fecha de plaza criolla, creo q esta plaza es mas vieja y fue antes de los 90, creo finales del 70 y 80.
El Cinemacentro, wow, qué TEBETE! Bolerama (donde jugábamos boliche) estaba en el Centro Comercial Naco, que queda justo al frente de Plaza Naco (son dos plazas “mellizas” porque tienen el mismo diseño y ambas las hicieron la misma empresa, pero realmente son dos entidades distintas). Mundo Sobre Ruedas era una cosa muy bacana en sus años. Obvio, la fecha de Plaza Criolla está mal (por eso puse una actualización). Yo realmente solo estaba haciendo mucha memoria, pero no pretendía ser “factual”. Pero sí, tienes razón, esa plaza ya existía en 1979.
Acabo de dar un viaje por el tiempo. Gracias totales ! Toma tu limón
Jajajaja, es bueno recordar esas cosas de vez en cuando.
en Plaza criolla se armaban unos líos feos después de los juegos de básquet superior en el palacio…
Una pregunta… el junte con Lisbeth Santos en el 2011 se dió??
Jejejeje, esos rebuses entre Mauricio Báez y San Lázaro… Sí, nos juntamos con Lizbeth en el desaparecido “Spicy’s” de la Churchill. Nunca publiqué un follow up de eso, pero sí se dio. Aquí un enlace con una de las fotos de esa segunda cena con Lizbeth. https://1drv.ms/u/s!Atupz-GjfxBtkL0cCJsuVKVl_TxxYg
Estudie en APEC a principio y mediado de los 90’s, que gratos recuerdos de los sandwiches Don Rico en Plaza Criolla y ni hablar del centro cervecero La Ceniza en la misma plaza.
No quise irme a mencionar locales específicos en todas las plazas porque eso sería un abuso a mi pobre memoria… Pero con comentarios como este los recuerdos regresan y uffff, así es… Ambos locales los recuerdo bien.
Plaza Naco en su interior, al final de la derecha quedaba una tienda que se llamaba Molino Deportivo.
También en uno de sus primeros locales por la entrada principal de la Av. Tiradentes existió un centro de entretenimiento que se llamaba Juego y Deporte.
Del Molino Deportivo si me acuerdo bien… Del otro la verdad no. Pero por la entrada de la Fantino Falco estaba la agencia de modelaje John Casablanca, y sieeeempre era chévere ver las chicas que entraban o salían de ahí… Caramba…
Tu limonada me trajo muchos recuerdos, Gracias! Soy de San Francisco de Macoris y a principio de los 90 me escapaba de fin de semana a la capital, mi primer destino era Plaza Central, por que quedaba frente a frente a la parada de autobuses Metro, alli hice buenos amigos que aun conservo, tambien recuerdo los conciertos en el parqueo de Unicentro Plaza, en especial los de Chiclet’s Adams y Sangria Gitano, de ahi nos ibamos frente a la Bolera Sebelen, en fin “Churchilleabamos” mucho.
Aperísimo, JM. Esos conciertos en el parqueo de lo que luego fue Unicentro fueron memorables. Lástima que luego mataron ese venue. Cordiales saludos, mister.
Plaza Criolla se prestaba para muchas cosas. Antes de salir del pais(1995) recuerdo que era muy exquisita. Habia una especie de bar o algo asi donde vendian sus traguitos y cervezas y como era un poco escondida salia uno de ahi con cualquier chamacona con tremenda jumeta 🙂 Quien queria gastar menos y estar mas en el tigueraje pasaba a la esquina del frente que creo que se llamaba Tele-Oferta y donde habia tramendo tigueraje. Gratos recuerdos de nuestro bello pais!!!
Excelente post, miles de recuerdos, caí por tu blog buscando info sobre Ashley, a quien tuve la dicha de conocer y trabajar con el, en la empresa de su tío, amistades de familia mia de muchos años y procedencia, fue mi primer empleo formal, siempre lo recuerdo con afecto, tal y como lo mencionas, excelente ser humano……. Volviendo al post, cuando mis padres me llevaban a Plaza Naco no dudaba en pasar frente a la tienda de PlayMobil y se me caía la baba recuerdo que cuando me enteré del incendio que tuvo la tienda hasta triste me puse lol. Don Rico en Plaza Criolla era otro sitio emblemático y clave en cuanto a sándwichs se refería y había una tienda de dulces típicos, ahí me tomaba el mejor mabí de esta ciudad, Jajaj me cuenta mi madre que una vez por estar poniendo mano dañe la caja registradora de la tienda … yo creo que si es por anécdotas no acabaríamos nunca, un saludo y felicidades por el contenido que compartes!