Una historia al fondo de la escalera se aburre mientras espera a que alguien ausculte su miseria. Con suerte su tratamiento será barato. Con demasiada suerte, apenas gastará en remedios caseros. Pero con o sin suerte, su suerte está al acecho, mientras cuece el tiempo su sentencia y los gastados peldaños firman como testigos del anónimo drama. Fotografía tomada en un hospital de la ciudad capital.
Mier!!!!
Darío, se te gasto la botellita verdad??
No se pq me dejo pensando….
Tristemente es el pan nuestro de cada día….
(siguen muy chulas tus fotos!)
SARAH
Mamey, Muy buena la foto y excelente tu comentario. Lleno de magia y sensibilidad humana. De qué sirve la fotografía sin propósito o una humanidad sin compasión ni piedad por elque sufre?