Una historia al fondo de la escalera se aburre mientras espera a que alguien ausculte su miseria. Con suerte su tratamiento será barato. Con demasiada suerte, apenas gastará en remedios caseros. Pero con o sin suerte, su suerte está al acecho, mientras cuece el tiempo su sentencia y los gastados peldaños firman como testigos del anónimo drama. Fotografía tomada en un hospital de la ciudad capital.
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