El sábado en la tarde iba por la Luperón cuando rebasé un Toyota Starlet Gris. Nada fuera de lo normal hasta que con el rabillo del ojo vi que en el asiento delantero del pasajero había algo. Volteé la mirada y me encontré con una de esas escenas que uno quisiera nunca ver. Con el cristal totalmente abierto, un niño de no más de cuatro años estaba de pie en el asiento, sin cinturón de seguridad y saltando de alegría.
Ok, repito.
Avenida Luperón. 5 de la tarde. Toyota Starlet gris. Asiento delantero. Niño. De no más de 4 años. Sí, niño de no más de cuatro años. Suelto. De pie. Dando brincos.
No me creen, ¿verdad? Yo tampoco lo creía, así que reduje la velocidad para que el vehículo me alcanzara. Saqué mi Blackberry y cuando el auto me pasó, logré tomar esta fotografía.
El niño se había bajado del asiento delantero, y ahora estaba de pie en el suelo del automóvil, con su cabeza pegada al parabrisas. En peligro igualito aún.
No soy amigo de andar metiendo las narices en asuntos ajenos, pero sencillamente aquello rebosó mi tolerancia hacia la idiotez ajena y decidí que iba a hablar con cualquiera que fuera manejando el auto. Aproveché que nos detuvimos en un semáforo y entablé diálogo con el “padre de familia”.
—-¡Oye! ¿Ese niño es tuyo? -pregunté para establecer que el conductor era el padre de la criatura, o su enemigo. Bueno, en el fondo, puro formalismo, ya que era ambas cosas.
—-Sí, mi hijo. -confesó el tipo.
—-¡Carajo! ¿Pero tú no lo quieres, acaso?
Silencio del pana mientras el niño seguía absorto.
—-En cualquier país que se respete, estarías mal preso por irresponsabilidad. -dije.
Más silencio.
—-¿Cómo es posible que tengas los cojonazos [confieso que ahí me pasé, porque el chicuelo estaba oyendo] de llevar un niño tan pequeño, sin cinturón y dando brincos en el asiento delantero? ¿Es que tú no piensas, carajo?
Más silencio.
—-Yo no te conozco, men, pero sinceramente me dan ganas de caerte a golpes por ser tan australopiteco [sí, lo juro, dije eso así mismo]. ¡Qué timbales! Manda ese niño para atrás, ¡Quiérelo un chin, por Dios!
Y entonces fue cuando el imbécil del volante se animó a decir algo.
—-Dile tú, que a mí no me hace caso.
Y ahí lo tienen, el “padre” insensible, insensato, irresponsable, que complace al niño en TODO, incluyendo lo que no tiene ni pies ni cabeza, y que para colmo no tiene pantalones para implantar su (en este caso muy inmerecida) autoridad para hacer que la criatura obedezca su voz.
Cogí tanta cuerda con el pedazo de bestia, que terminé dándole una orden al niño, el cual obedeció de inmediato, y miré con la más cruel de las miradas al padre y le dije:
—-Buen BOLSA, el padre eres tú, quien debes cuidar a tu hijo eres tú. Si no lo puedes proteger de tus imbecilidades, NO salgas con él, ¡carajo!
Y el tipo sólo asintió con la cabeza y se quedó sin decir más palabra, clavado en el semáforo mientras yo me alejaba lleno de impotencia y rogando que esa criatura, por milagro, sobreviva a su “padre”.
¿Qué hubieran hecho ustedes?
Admito abiertamente que tú eres más misericordioso que yo, que te preocupaste por él. Yo nunca lo hubiera hecho en ese tono, pero por lo menos lograste el cometido. Yo creo que yo lo hubiera dejado, y no estoy diciendo que lo hubiera hecho mejor, sino q eso es lo q me da con hacer. Si ese señor no quiere a su hijo, tarde o temprano le vendrá lo que le toque.
Repito, a lo mejor tú lo hiciste mejor, porque despertaste a ese caballero de su estupor. Puede ser que por imbecilidad temporal, no se haya dado cuenta del peligro.
Yo esperé 11 años para permitir sentar a mi hijo mayor en el asiento delantero, y ni hablar de utilizar cinturones y asientos especiales cuando eran más pequeños.
Eso a mi ya no me sorprende, lo veo a diario con padres llevando a sus hijos al colegio y cuando lo van a buscar: Los muy pendejos bien amarraditos con su cinturón, y el niño detrás parado entre los dos asientos delanteros.
Exactamente lo mismo que tú!! Quizás con un poco más de rabia!!! Esta mañana me pasó igual, con una doña en un motor con un niño de meses y otra de 2 años, y se pone a pelear conmigo!!!
A veces uno lo piensa dos veces porque uno por hacer el bien, lo que hace es joderse uno mismo. Si el tipo hubiese tenido un arma y te la hubiese vaciao’ encima, tus buenas intenciones no le hubiesen llegado… ni a ti te hubiesen servido de nada.
Gracias a Dios el tipo era pacífico…
¿Qué yo hubiese hecho? No sé. Allá en RD, no sé. Aquí en Alemania, llamar la policía, dar el tramo por el que va el carro y sentir que cumplí con mi cometido.
Dario, que gran ser humano, tus padres y tu hija deben estar muy orgullosos de tí.
a veces veo, esos casos y me muero de impotencia al ver la irresponsabilidad de algunos padres, acaso no se dan cuenta del tesoro que tienen? y que deben cuidarlo?
Yo perdí uno de mis tesoros y no por irresponsabilidad sino, porque Dios así lo quizo,
y les puedo decir que es el dolor más grande que pueda sentir una persona.
Antes de solo pensar que a mis hijos les pasara algo se me salían las lágrimas imaginence ahora que mi hija no esta.
Sólo quiero decir que ese SEÑOR, no merece que le digan papá:(
Dario ojalá existieran más personas como tú.- eres realmente admirable.
QUE BARBARAZO! Yo quizás no hubiese usado algunas de tus expresiones, pero admiro tu valor y determinación ante tal situación hermano.
Es duro ver como hay muchos padres que consienten a sus hijos en todo aun en lo que puede ser peligroso con ellos, que barbaridad.
Lo unico que sinceramente te aconsejo hermano, no estes desafiando a esos barbaros a caerse a golpes porque cuando vienen a ver se hacen los ofendidos y te sacan un “hierro”.
Saludos hermano
Bueno, que te digo! a mi me miran mal en el supermercado cuando el hijo mio hace una rabieta y lo corrijo!! Y la gente dice, ay pero dejenlo que haga lo que quiera!!! Pero y sera lo que ellos quieran???? Estamos criando pequeños tiranos!!!!! Lo grande del caso es que por experiencia propia ellos se portan bien con los extraños y mal con los padres.
En cuanto a ti Dios te cuide y te libre de encontrarte con un desgraciado que no comprenda tus buenas intenciones y te agreda.
Hiciste lo correcto, quizas un poco fuerte el vocabulario solamente.
Cuidate y saludos!!!
Ay Darío, a mí me da una mezcla de tristeza y “foforeo” cuando veo casos así.
A diario veo casos similares de irresponsabilidad. En el supermercado, niños encaramados en los carritos jugando entre las compras. Donde trabajo, en la parte de la plaza, chiquitos de unos 7-8 años “reguindándose” de las escaleras eléctricas.
Mi niño vive en el interior, y pese a que no tenemos vehículo (carro), una de las primeras inversiones que hice fue comprar un asiento de niño. La utilizamos cuando viajamos con él, o en cualquier momento que requiera utilizar ese tipo de transporte.
Quizás las palabras fueron un chin fuertes, pero la verdad es que ese tipo ¡No merece que le digan papá!
Dario, la verdad que eres un tipo valiente, mi opinion es que la próxima vez se lo sugieras de una manera mas sutil, debes pensar en tu familia, como dijo alguien en otro comentario, no sabes con que loco te topas en la calle. Saludos hermano mío.
Yo lo digo en mi post, no suelo meterme en esas cosas. No es la primera vez que opino sobre algo similar, y he recibido más boches que conciencia, así que mejor me ahorro eso. Sin embargo, con este caso, de verdad, fue tanta la barbaridad que no me aguanté y lo rellené. De hecho, fue tan rápido que todo pasó en menos de 2 minutos, así que tampoco le di mucho chance a reaccionar 😀
¿Que si lo volvería a hacer? No lo sé… pero me animo a denunciarlo al menos con fotos y ver si ayudo con eso a crear más conciencia ciudadana.
Lo más probable yo le hubiera dicho lo mismo que tú en otras palabras.
No sabes la cuerda que me da no solo eso, sino la total irresponsabilidad y actitud de “a mi no me mata nadie” de muchos padres que salen a una plaza con sus hijos y por poner un ejemplo… en el area de comida los padres por un lado hablando pendejadas y los carajitos en el otro extremo del lugar, fuera de la vista y de la supervisión de sus padres. Como está la calle llena de pervertidos, delincuentes y demás… yo a mis sobrinas las tengo amarradas de la correa, si salen o andan conmigo es pegadas a mi.