Hipocresía

Héroes del Béisbol

Héroes del Béisbol

A mí me apasiona el béisbol de tantas maneras que me resultaría imposible detallarlas aquí sin aburrirlos con un mega post. Sigo este deporte, sobre todo la Liga Dominicana, desde hace 33 años y cada vez me siento más involucrado en ello. Soy un fanático de la pelota, pero debo admitir que la Major League no me atrae ni un 5% de lo mucho que me atrae mi platanera devoción por las Águilas Cibaeñas.

Sin embargo, como es natural, seguir una pelota es seguirlas todas, y por eso no me siento extraño cuando me sorprendo leyendo informaciones sobre béisbol en otros lugares del mundo, en especial los Estados Unidos. Pero como todo en la vida, un deporte tan bonito, filosófico y caballeroso como el béisbol, se ha embarrado hace años del maldito estigma de las drogas y las sustancias prohibidas. Como lo está la música, como lo está la televisión, como lo está la política, como lo está la religión… como lo están todas las actividades humanas.

Ayer se confirmó la sospecha que muchos teníamos, de que Samuel Sosa, el “Bambino del Caribe”, había consumido sustancias controladas durante sus años de pelotero activo, dando positivo a una prueba rutinaria de doping en 2003. Y digo “sospecha que muchos teníamos” porque los que somos seguidores del béisbol con pasión, sabíamos que algo estaba pasando. No hay que ser ni mago ni genio para deducirlo.

A mediados de la década pasada, el béisbol gringo estaba totalmente en decadencia. Las asistencias a los estados eran irrisorias, la publicidad no era fluida, los jugadores estaban molestos y los dueños de equipos pensaban que tenían agarrada la gallina de los huevos de oro. El punto más crítico llegó en el verano de 1994 cuando los jugadores provocaron la cancelación de la parte final de la temporada, incluyendo la Serie Mundial de ese año, y que se suspendieran más de doscientos partidos.

Pero a partir de esos años, los genios de la MLB buscaron mecanismos para recuperar el terreno perdido, y es así como “de repente” surgen portentosos deportistas que fueron capaces de librar épicas batallas de desempeño personal para atraer de nuevo a las masas y subir el interés del béisbol en la afición. Es bajo la tutela y explícita complicidad de todos los directivos de la MLB que surgen superhombres como Mark McGwire y Samuel Sosa, dos sujetos que por sí solos pueden escribir historias impresionantes en el deporte.

Un abrazo de esteroides

Un abrazo de esteroides

En toda la historia de las Grandes Ligas, el pelotero con la más baja frecuencia de cuadrangulares por turno al bate (es decir, que conecta de jonrón cada menos turnos) lo es el impresionante Mark McGwire, con un cuadrangular cada 10.6120 veces que se paró a batear. La lista completa está acá.

En toda la historia de las Grandes Ligas, el único pelotero que ha disparado 60 o más cuadrangulares en tres campañas distintas (dos de ellas consecutivas) lo es Samuel Sosa (66 en 1998, 63 en 1999 y 64 en 2001). Si quieres consultarlo, click acá.

Y aún así, hay otros individuos como Barry Bonds que ameritan consideración también.

¿Quién no podía sospechar que estos individuos no estaban siendo “ayudados” con sustancias especiales para aumentar su masa muscular? Bastaría ver cómo sus cuerpos cambiaron hasta convertirse en molletos de una musculatura que haría ridiculizar a Charles Atlas, y todo de la noche a la mañana. A Barry Bonds hubo que buscarle cascos nuevos y especiales porque su inmensa cabeza ya no cabía en los más grandes cascos para peloteros normales…

¿Quién cree que de verdad la MLB, los equipos, los entrenadores, los dirigentes y hasta los demás peloteros nunca supieron que eso pasaba? ¡Claro que lo sabían todos! En cualquier “mundo” los secretos se saben y se guardan porque los bomberos no se pisan la manguera, pero con los esteroides sin duda alguna se juega una hipocresía que raya en lo asqueroso.

La MLB nunca prohibió el uso de sustancias como las que estos hombres usaron. Y yo soy de la creencia de que la MLB PROMOVÍA el que sus mejores hombres fueran mejores a la mala, con tal de subir los ratings de los partidos y mejorar las asistencias a los estadios. Sólo cuando las voces comenzaron a molestar se anunció la prohibición de un rosario de sustancias controladas y se comenzaron a hacer pruebas especiales de dopaje.

Pero la cosa no se detiene ahí. Hace tiempo que hay una jodida “lista de la muerte” que contiene evidencias de 104 peloteros y ex-peloteros que dieron positivo a pruebas de dopaje realizadas en el 2003. ¿Saben ustedes quiénes son esos 104?

¡No, no lo sabe! ¿Por qué? ¡Porque la MLB no suelta la información de cuáles son los involucrados! Ya sabemos que Alex Rodríguez, Miguel Tejada y Sammy Sosa están en esa lista. Rodríguez y Tejada aún están activos y admitieron el uso de tales sustancias, atrayendo sobre ellos la “media-frenzy” de toda la morbosa e hipócrita sociedad gringa. Lo de Sammy surge ayer, filtrado por The New York Times, y como es natural ya Sammy es un hijo de la gran puta que engañó a todo el mundo y mintió en el Congreso, cometiendo perjurio y demás pendejadas.

¿Algún día comparecerá Bud Selig ante el Congreso de Estados Unidos a testificar bajo juramento que él NUNCA supo que había un plan de recuperar el béisbol a base de esteroides y jonrones? ¿O que dicho plan tenía su aval, bendición y apoyo? ¿Y qué de Donald Fehr, Director Ejecutivo de la Asociación de Peloteros Profesionales de Estados Unidos? ¿Y qué de todos los dirigentes de las Grandes Ligas de ahora y de entonces?

¿Me van a decir a mí que ninguna de las autoridades se dio cuenta de que habían jeringuillas en los camerinos, y gente ajena entrando con mochilas? ¿Que nadie se enteraba de que los peloteros sufrían de los efectos secundarios de las hormonas? ¿Que nadie nunca se dio cuenta de transacciones comerciales comprando super caros “complementos”? ¿Que jamás escucharon rumores de que “fulano se puya”?

¿Me creen así de estúpido?

Todos lo sabían. Todos lo supieron siempre. Hoy sólo algunos pagan (¡y me resulta sospechosamente curioso que casi todos los “malos” son dominicanos!), pero la famosa lista de los 104 no la sueltan. ¿Por qué no?

Yo no apoyo a gente como José Canseco con sus libros de chismes. Él es el peor de todos los hipócritas, porque pretende sacarle dinero a la desgracia en la que él y todos los demás cayeron. Ese sí que es lo más bajo del sistema. Sin embargo, ¿Por qué será que nadie puede desmentir sus revelaciones? ¿Por qué cada vez que dice algo, hace titulares? ¿Acaso a pesar de su bajeza mercurial, está derrumbando los muros de la hipocresía que todavía pretenden mantener los que hoy acusan con paupérrima moralidad a Sammy, a Barry, a Mark, y a todos los que faltan?

¡Qué pena que un deporte tan hermoso esté en manos de un grupo de malditos hipócritas!

1 Comment Hipocresía

  1. Rocío

    Excelente post, Darío. A mi también me resulta sospechoso que solo hayan mencionado dominicanos, y al efecto escribí mi parecer, aunque no tan completo como el tuyo, se ve que realmente conoces este deporte.

    Saludos, Rocío

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