Hace ya siete años que tiene siete años. Y aunque parece haber encontrado la fuente de la Eterna Juventud, y logrado vencer la biológica e inexorable realidad de que todos envejecemos un poquito cada día, ella se ha mantenido con la misma edad.
Proeza incomparable y asombrosa, máxime si recordamos que esta maravillosa y eterna niña padece Cáncer Terminal en el pulmón, por ser fumadora pasiva.
Siete largos años teniendo siete horribles años. Siete años de agonía, siete años de bordear la muerte a través de la más tétrica de las paradojas. Está condenada a morir, pero sin embargo… ¡no se muere!
Amy Bruce es un ícono. Es eterna. Y es eternamente desgraciada. Es un alma marcada por una mueca del destino que la ha postrado a vivir sus últimos días desde 1999, y sin embargo, se las arregla para continuar con vida, clamando siempre el mismo último deseo.
¿Quién lleva la cuenta? Siete centavos de dólar cada vez. Siete centavos de dólar por cada persona. Me resulta difícil imaginar una labor altruista más prolongada, más difundida, más desinteresada que la que desde hace siete años vienen realizando un número insospechado de borregos digitales. Siete años de solidaridad. Siete años de aportes en trocitos de siete centavos cada vez, para alargar la vida de una niña de siete años que hace siete años debió morir.
Hoy, una vez más (yo perdí la cuenta personal también) Amy Bruce visitó una de mis cuentas de correo. Vino, como siempre, de la mano de una persona a quien conozco. De alguien con quien he compartido una que otra chercha. No vino como un spam brutalmente vulgar, como los de una tal Tiffany Spencer prometiéndome que me va a dar una pastilla para que “aquéllo” me crezca dos o tres pulgadas –¡garantizado!–. No. Amy vino, nuevamente, de la mano de alguien a quien conozco.
¿Qué será de la vida de Amy Bruce? ¿Seguirá atrapada por siempre en su prisión cancerosa de siete años, rogando cada vez siete centavos de dólar, siete centavos por sus siete malditos años de dolor? ¿O finalmente logrará el cáncer derrotar a la que ha sido su más elusiva víctima? ¿Se morirá por fin Amy Bruce? ¿Dónde será el velatorio? ¿Dónde quedará su cuerpecito? ¿Se volverá un culto como Elvis o Selena? ¿Cómo sabré de su muerte? O peor, ¿cómo sabré que realmente ha muerto?
Me sobrecogerá la pena y la angustia cuando un día de un futuro que ahora veo muy lejano esté yo navegando en Internet, revisando los blogs de mis amigos, o escribiendo cualquier otra caballá y de repente me de cuenta de que hace ya muchos meses que no sé nada de Amy Bruce. Y me esforzaré por recordar la última de sus noticias… Es decir, el último ejemplar del mismo capítulo gastado y carcomido de su desesperado deseo final.
Pero por el momento, por esta ocasión, una amiga me ha traído la agridulce noticia de que Amy aún está bien (dentro de su crítico estado de salud), que sigue sumida en su desesperada paradoja de falsa fama y dudosa popularidad, postrada por el maldito cáncer que no acaba de terminar con su desgraciada existencia.
¿Hasta cuándo, Dios mío?
Pero y esa niña existe?? Yo pensaba que todo era un cuento….
Claro que es un cuento, un Hoax, una pendejada, Marielle… Lo que pasa es que ya tiene proporciones míticas… siete años consecutivos de imbéciles dándole forward a una estupidez… 🙂
Lo que pasa es que lo pinté bastante “realista”, pero con un profundo cinismo… No se nota? 🙂
Jejejej
Hay que romper las cadenas 😛
Ahora caigo laigo…..buehh a mi el que me manda fowards que lo supere pq yo si que no leo eso!!!
Lo que hay que hacer es una cadena informando que Amy ya se murio y que el que no le mande esa informacion a 200 contactos en 1 segundo no se va a venir jamas en su vida!!!
lol peque….. particualarmene… yo nunca leo Fwd’s…. ni los mando pa lante !! Eso es perdedera de tiempo !
No olvides que aparte del cáncer tiene un tumor cerebral.
De hecho deberían buscarla para que diga la técnica de como ha sobre vivido durante tanto tiempo.