Profetizando bendiciones

De mi viaje a Paraguay en Enero del 2005 sólo me queda una amiga, Edyr Galeano. Una chica menuda, delgadísima y con un rostro siempre sonriente. Amable y muy atenta, un amor de persona.

Edyr, como todos nosotros, tiene sus altas y sus bajas, y el pasado año, en agosto, le tocó una de las más bajas. Estaba embarazada y perdió la criatura. Es cierto que a través de los medios como el chat no se pueden transmitir las emociones de manera cabal, pero aunque eran sólo letras que iban y venían por la pantalla, sentía que las lágrimas de su rostro humedecían mi hombro de una forma demasiado latente.

Ella y su pareja (a quien yo sólo le llamo como “Uruguay”) se habían ilusionado mucho con esa criatura que esperaban. Perderla, pues, fue un balde de agua fría sobre sus almas. Yo nunca he sido muy bueno consolando almas en pena, pero Dios me tomó en sus manos, como un lápiz, y escribí en la ventana del chat palabras casi proféticas.

No sé de dónde, no sé por qué, no sé qué pasó por mi mente… pero simplemente empecé a escribir… sin detenerme… sin pensar ni medio segundo en lo que decía. En resumen, le dije a Edyr que Isabella nacería a finales de noviembre del 2007. ¡Tamaña locura! ¡Qué insensatez hablarle de otro embarazo a una mujer que acababa de sufrir un aborto! Pero como en otras benditas ocasiones, yo simplemente sentí que Dios me dictó.

Edyr se esperanzó, se alegró con mis palabras y me agradeció mi loca profecía. Quizás puedo decir que sentí que se había animado un poco. Y eso, al menos por ese momento, me tranquilizó.

Al pasar de los meses, llegó febrero del 2007 y como broma le dije que se apurara para salir embarazada. Ella dijo que no podía, que Uruguay y ella no estaban buscando… pero igual insistí en que se apurara, para que no tuviera que nacer sietemesina…

¡Y hoy Edyr me escribió para decirme que está embarazada! Con un mes de retraso con respecto a mi “profecía”, pero igualmente embarazada. Según los cálculos, ella debería estar dando a luz para la Navidad de este año 2007. ¡Tamaño regalo!

No sabemos si será niña o niño, pero si es niña, ya tiene nombre: ¡Isabella!

Estoy muy feliz por mi amiga, esa personita que está lejos pero que me ha dado Dios el privilegio de querer en la distancia. ¡Edyr, felicidades! Y felicidades a Uruguay y a la Lorena también que tendrá hermanita o hermanito… Ahora, ¡a cuidarse mucho!

¡Qué bien me siendo de haber profetizado bendición!

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