No sé ustedes, pero tantas comparaciones y listas de matanzas creo que pueden ser un aliciente para que los desquiciados que viven entre nosotros se les ocurra “superarlos” y así pasar a la historia de alguna manera. Ya una cabeza suficientemente podrida como para premeditar un asesinato no está muy lejos de pensar “coño, pero si ya he decidido matar a fulano, ¿por qué no hacerlo más bacano y matar a 40 con él?”.
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