La nostalgia, esa bendita malvada…

Leyendo el blog de la siempre exquisita Vielka Guzmán, me encontré con uno de esos escritos que de repente lees y quieres comentar, quizás con un aire de grandilocuencia efímera que no logras comprender, y a la vez con ese gusanillo de la conciencia que te dice “sí, tú sabes de lo que vas a hablar”. Vielka pide que le expliquen la nostalgia. ¿Cómo llega? ¿Por qué existe? ¿Cómo logra ser más fuerte que la tristeza y más astuta que la alegría?

No pude evitar escribirle a Vielka algo como lo que va a continuación.

Apreciadísima Vielka,

No puedo saber qué ráfaga de pasado te motivó a escribir este post donde preguntas, con retórica, qué es la nostalgia y con más retórica aún pides que te la expliquen. Aunque no me considero experto en explicaciones, me atrevería a decirte, aquí entre tú y yo, que la nostalgia es una de las más hermosas virtudes y a la vez una de las más crueles maldiciones de nuestra humanidad. ¡Hay que saber cómo manejarla!

¡Qué inservibles fueran los recuerdos desnudos sin la nostalgia, amiga! ¡Qué fría, sola, aburrida, patética y triste sería la memoria desprovista de ese velo de nostalgia que sazona todo, que “perspectiviza” todo. Y a la vez, qué tamaña vaina es cuando una noche preñada de vino o tequila ella viene, se nos anida furtiva y nos enoja por algo perdido, o nos hace suspirar por el pretérito sentimiento de alegría que se esfumó.

No te la explico. No la sé explicar. Pero yo tampoco la entiendo. Sin embargo, la aprecio, la valoro y la bendigo. Sin nostalgia, la memoria es una lápida fría y sin nombre. Con nostalgia, la memoria, si acaso inalcanzable, es un referente de dónde hemos estado y de dónde venimos, a la vez que nos sirve de palanca para procurarnos un mejor presente y un futuro donde quizás ya no la necesitemos.

La nostalgia, así de inexplicable, es el color del recuerdo.

6 Comments La nostalgia, esa bendita malvada…

  1. Simón DC

    A propósito de esta entrada tan breve y malditísimamente buena, te copio un extracto de la novela “La Ignorancia” de Milán Kundera:

    “La palabra griega para “retorno” es nostos. Algos significa “sufrimiento”. Así que nostalgia es el sufrimiento causado por el inquieto anhelo de retornar. Para expresar esta noción fundamental la mayoría de los europeos puede utilizar una palabra derivada del griego ( nostalgia, nostalgie) así como otras palabras con raíces en su lengua nacional: añoranza dicen los españoles, saudade dicen los portugueses. En cada idioma estas palabras tienen un sesgo semántico diferente.
    (…)
    En español añoranza, viene del verbo añorar (sentir nostalgia), que viene del catalán enyorar, derivado asimismo de la palabra en latín ignorare (no tener conocimiento de, no saber, no experimentar, carecer o extrañar). En esa luz etimológica nostalgia parece algo como el dolor de la ignorancia, del no saber. Tú estás lejos y no sé en qué has cambiado. Mi país está lejos y no sé que está pasando allí…”

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    1. Darío

      Admiro tu elegancia al pedir permiso sobre una frase mía, Argénida. No se ve ya esa decencia. ¡Bendita sea la cortesía que exhibes!

      Pues claro que la DEBES usar si la sientes idónea. ¡Me honra que lo hagas!

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