La investigación demostró que el Ministro de Defensa de Israel estaba al tanto y permitió que la falange avanzara y ejecutara ese sinsentido. El Ministro de Defensa israelí en cuestión era nada más y nada menos que Ariel Sharon, personaje que (felizmente, y me perdonan la alegría) ya no respira el mismo aire de los deudos de Sabra y Shatila, pues falleció hace unas horas.
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