Hoy cumplo 54 años. A pesar de que no estoy en mi peor forma física, puedo ya sentir que mi cuerpo no responde como antes. Mi resistencia va menguando, mi agilidad y mis reflejos ya no son los de un veinteañero. Yo amo mis hebras de plata, pero no dejan de ser un recordatorio de que los años pasan, pesan y pisan.
Continue readingCuarenticatorce
