Posts in "Navegando por ahí"

¿Cómo sería un mundo sin hielo?

El calentamiento global paulatinamente ha elevado la temperatura promedio del planeta, pero aún harían falta 5mil años para licuar todo el hielo que tenemos. Por supuesto, esto podría acelerarse si continuamos añadiendo carbono sin control a la atmósfera, al punto que al cabo de unos pocos siglos la temperatura promedio del mundo podría subir de los 14 grados celsisu actuales a más de 26 grados. Esta posibilidad ha puesto al equipo de National Geographic a dibujar las costas del mundo si todo el hielo se derritiera. Los resultados son asombrosos y espeluznantes.

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Responso por Luis Terror Días

Para otros, dentro de los que me atrevo a colarme, el Terror suena todos los días en cualquier esquina preñada de las más bizarras metáforas de nuestra isla. Aún así, se le extraña de cuerpo presente y jumo encendío, y se le sufre calladamente cuando aún se le niega el sitial de inconmensurable grandeza que nunca le será dado, pero que tampoco necesita… porque para nosotros, el Terror es el Terror, lo quieran o no.

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La raiz cuadrada de la complicación

Quiero compartir este post que Bracuta escribió en su blog, y con el que me identifico muchísimo. Quizás sin proponérselo, ella ha encontrado el santo grial que podría encaminar nuestro país a un sendero más “potable”. Yo, eterno soñador, aún consigo imaginarme un país donde Bracuta y los que como ella pensamos, podamos recibir al menos la mitad del respeto que entregamos. Y sinceramente, amigos… ese país de mi prólija imaginación, es invencible.

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¿Por qué las mujeres hablan TANTO?

Esto no es de mi autoría. Lo encontré buscando en Google el título a partir de un mensaje que me enviara mi amigo Allan Rodríguez. Su lectura plana y simple, me deja respondidas dos grandes interrogantes existenciales: La primera es la que da título al post, y la segunda es ¿Por qué los hombres pensamos TANTO en sexo?

Y resulta que, lejos de explicaciones chauvinistas y diatribas sexuales de uno u otro género, la respuesta es simplemente nuestras reacciones hormonales, dispares y particulares. No sé si pensarán igual, pero me parece que esta explicación, que cuenta con cierto apoyo científico, es mucho más diplomática y pacífica que cualquiera otra que haya escuchado.

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