Ser padres y madres es probablemente una de las mayores bendiciones que da la vida, y como las redes sociales se tratan de compartir las cosas que nos suceden, es muy natural que nos inclinemos por mostrar a nuestros hijos en Internet. Existen personas para las que sus hijos son el principal tema en Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y cualquier espacio digital que encuentren. Es natural, como dije, y no hay nada de malo en ello.
Las redes sociales nos unen y simplifican enormemente la socialización de nuestras alegrías con familiares y amigos, pero necesitamos entender que los delincuentes también usan Facebook, Twitter et al para buscar víctimas. Internet esconde muchos peligros y cuando se trata de menores de edad, los mismos se acrecientan más allá de lo que muchos padres sospechan.
Hace un tiempo quería escribir una serie de “limonadas” sobre el cuidado que debemos tener con nuestros hijos en Internet y la semana pasada encontré algunos puntos que me sirven de apoyo para los consejos que ofrezco a continuación.
Nunca publiques fotos o vídeos de niños desnudos
Para nosotros y para cualquier persona mentalmente sana, la desnudez de un niño sólo refleja inocencia y ternura. Tristemente, existen personas capaces de utilizar fotografías y vídeos de infantes con poca o ninguna ropa para crear montajes pornográficos y satisfacer las peores bajezas humanas.
Las imágenes de tus hijos te muestran vulnerable
Y sin duda, todo padre tiene en sus hijos un evidente punto débil. El problema es que si continuamente publicas material sobre tus hijos incrementas el riesgo de que alguien se fije en tu vínculo e intente utilizarlo en contra tuya o de tus hijos. Modera y dosifica lo que compartes sobre ellos en Internet.
Protege tu hogar
A la hora de compartir fotos o vídeos de tus hijos en la casa, evita que se vean objetos de valor que puedan atraer la atención de ladrones. Televisores, computadoras, tabletas, joyas, obras de arte, automóviles son todas cosas de interés para los maleantes.
Mantén tu ubicación en privado
Preferiblemente solo comparte imágenes tomadas en lugares públicos. Si vas a compartir algo procura no mostrar tu casa o rasgos de tu calle de una forma que puedas ser ubicado. Evita hacer check-ins públicos en Foursquare cuando andes con tus hijos (o hazlo cuando vayas de salida).
Cuidado con las referencias
Es muy fácil ofrecer detalles comprometedores con las imágenes que compartimos, los cuales ayudan a los malandrines a hacerse una idea sobre nuestros hábitos y rutinas. En especial, limita el uso público de Foursquare a salidas verdaderamente excepcionales. Toma en cuenta que los ladrones más hábiles hacen un “perfil” de tu vida combinando muchas piezas de información que ofrezcas.
Elimina fotos y vídeos viejos
Guarda tus fotos y videos en tu computador o en un servicio online como Dropbox, pero en privado. Cuando compartas cosas en Internet, es mejor que las elimines luego de un tiempo prudente. Así evitas que haya demasiado material visible en cualquier momento dado.
No expongas a tus hijos a ser un “meme”
Los niños son famosos por ser expresivos. Sin embargo, en un mundo lleno de fastidiosos y de “bullies”, muchas imágenes “chistosas” o comprometedoras terminan convirtiéndose en bromas interminables (lo que se conoce como “memes”). Un ejemplo muy famoso es este. Un ejemplo reciente es Francesca, la de Ánimo, ánimo, ánimo (de paso, lean este excelente artículo sobre el impacto que la población ha hecho sobre ella).
La ñapa: Pide que no compartan tus fotos a más personas
Estos consejos no son para que elimines de golpe y porrazo todas las fotos de tus hijos de Internet. El objetivo es aumentar la precaución y usar las redes sociales sabiamente con este delicado tema. Por eso, una vez compartas fotos de tus hijos en Internet (sea por correo electrónico, en redes sociales, en tu blog) pide encarecida y firmemente a quienes las reciban que NO las difundan más allá de lo que has hecho tú. Explica con vehemencia que compartes esas fotos exclusiva y únicamente con las personas elegidas y que si alguien quiere que otra persona más las vea debe informarte a ti para que tú decidas si se las envías o no. Sé muy estricto con esto.
En resumen
Internet es parte de nuestras vidas y no solo seguirá siéndolo sino que cada vez se inmiscuirá más con todo lo que hacemos. Es nuestro deber proteger a nuestros hijos de los peligros inherentes que tienen las redes sociales. Necesitamos ser prudentes y hasta “mezquinos” a la hora de mostrar nuestra vida familiar en entornos donde tanta mala gente, tan fácilmente puede hacer daño. Internet es a la vez la mayor herramienta y el puñal más sangriento que hemos tenido. Sepamos usarlo bien.