Yo era apenas un niño cuando los doce años de Balaguer arreciaban su crueldad sobre los derechos ciudadanos. Mis padres hicieron un buen trabajo para mantenerme en un ambiente alejado de las barbaridades que luego supe que ocurrían mientras yo aprendía las tablas de multiplicar. Nunca supe de Orlando Martínez, nunca me enteré de Amín Abel, no me di cuenta de 7 días con el pueblo, sino hasta que, a mediados de los años 80 curioseaba en mi Wikipedia personal de esos años, en la persona de mi madre.

Pero un día cuando tenía menos años que dedos en las manos, estaba en la Zona Colonial andando con mi siempre recordado Tío Lope. No recuerdo si subíamos por la Palo Hincado o si estábamos en la Espaillat, pero él se detuvo, me puso a sus espaldas y me hizo seña de que guardara silencio. A cierta distancia, un Volkswagen negro interrogaba a un grupo de muchachos que estaban (pensaba yo) haciendo nada. Los metieron a todos en el “cepillo”. No recuerdo cuántos eran pero sí que fue difícil que cupieran en el complicado vehículo. Los agentes de la policía se montaron de último y el auto se fue.

Nunca había reparado en los “cepillos” de la Policía Nacional de la época, remanentes del trujillato que tan esmeradamente imitaba Balaguer. Sí sé que desde esa vez “el cuco” no me daba miedo sino que me dijeran, así fuera de relajo, que un cepillito de esos me vendría a buscar. Tío Lope nunca me habló de lo que hacían y por eso mismo supe que no era nada bueno, pues el viejo contador de cuentos nunca tenía problemas para hablarme de lo que nos pasaba cada vez. Años después, en una reunión familiar, alguien hizo un chiste diciendo que la policía de Balaguer usaba el cepillo como unidad de medida de la delincuencia. “Si los maleantes de un barrio no caben en un cepillo de la Policía, hay serios problemas”.

Volvamos al presente.

El pasado viernes, nuestro flamante Jefe de la Policía Nacional dio unas de las más desafortunadas declaraciones que podría decir un uniformado. Dijo, en simples términos, que nosotros estamos equivocados con el tema de la delincuencia. Que no hay un aumento de crímenes, ni que se han incrementado los casos de asaltos, asesinatos y los demás delitos que leemos en la prensa. Dijo don Jefe que todo es un problema de percepción. Que nos parece que son más, pero en realidad es “lo de siempre”. Quiso asociar el que varias figuras públicas han sido asaltadas en días recientes y que eso ayuda a “percibir” un aumento.

Me perturba profundamente que la máxima autoridad de la fuerza policiál sea capaz de expresarse en términos tan imprudentes. Quisiera pensar que el Jefe de la Policía Nacional fue “cogido fuera de base” (lo cual ya sería una vaina grave, aunque menos alarmante) y que los periodistas le sacaron una respuesta “casual” a la que le dieron titular (eso suele pasar). ¿Por qué? Pues porque si el Jefe de la Policía no puede hablar con números concretos, si sus declaraciones se basan en “percepciones”, cojollo, estamos bien jodidos los dominicanos.

No quiero sonar irrespetuoso, pero sugiero al Jefe de la Policía, mayor general Polanco Gómez, que se tome un cafecito con algún profesional de la comunicación para que le explique que su posición no le permite hablar con subjetivismos. Le aconsejaría que hable con números concretos. ¿Cuáles son los indicadores delincuenciales que él maneja y que le permiten la peregrina osadía de decir que no hay más delitos que antes. Tiene razón cuando dice que siempre han habido delitos, pero fracasa burdamente al compararlos “al ojo por ciento” con la realidad actual.

¿Hizo más calor ayer que hoy, señor Jefe de la Policía? ¿La presión arterial de Walter Mercado subió o bajó en el fin de semana? ¿Aumentaron o no los peregrinos que usaron el Corpus Christi para reflexionar en Dios? ¿Le da más “malacrianza sobacal” a LeBron James luego de jugar contra los Indiana Pacers con Miami Heat que cuando lo hacía con los Cleveland Cavaliers? Todas estas interrogantes puede responderlas como les de la gana, señor Jefe de la Policía. Pero a usted no le está permitido hablar de percepción cuando se trata de delincuencia. Usted no está ahí para hablar de supuestos ni de “vamoaveres”, sino para dar respuestas precisas, puntuales, estadística y matemáticamente comprobables. Por favor, no intranquilice de nuevo a los dominicanos con semejantes chistes a nuestra inteligencia. Termino mi (audaz) consejo.

Sin embargo, como supongo que es muy poco probable que él lea estas líneas, me voy a permitir “percibir” algunas cosas más.

Yo percibo que en este país queda muy poca gente que no conozca alguien que haya sido asaltado o asesinado por los delincuentes. Percibo que algo ha cambiado cuando antes yo podía ir a la Zona Colonial de noche sin sentir que me estaba suicidando. Tengo la percepción de que me voy a morir de calor si se me daña el aire acondicionado del carro, porque andar con los cristales bajitos es como tener un letrero inmenso que dice “ven, por favor, róbame todo”. Quizás estoy exagerando pero se me hace que ustedes perciben lo mismo que yo. Pero nuestro Jefe de la Policía no. ¡Qué peligro! Todos los ciudadanos vemos la delincuencia rampante, cada vez más osada, más cruel y más ensañada pero el mero mero Jefe de la Policía no comparte nuestra percepción.

¿Por qué entonces no habla con cifras? ¿O es que … no las tiene? ¿O que si las dice lo hacen brincar del cargo? ¿Cuál es el show?

Mientras tanto, voy a darle un último consejo (aunque percibo que me estoy pasando de fresco). Señor Jefe de la Policía: ¿Por qué no mide la delincuencia con cepillos? Vaya a los barrios y díganos cuántos cepillos necesita ahora para transportar a los delincuentes. Con esta idea mía (gratis porque soy buena gente) usted por fin tendría una medida concreta. Me lo imagino hablando el año próximo… “A pesar de un brote de maleantes que requirió dos cepillos extra en junio del año pasado, hemos logrado reducir la delincuencia en 233 cepillos, para un índice delincuencial de 19% cepillos, mucho menor que el 24% que teníamos el año pasado”.

Así, al menos, no me parecería una burla su “percepción”.

6 Comments La delincuencia se mide en “cepillos”

  1. Moni Hernandez

    Un excelente punto Darío dentro del artículo ¿Cómo es posible que tanto que se habla de tecnología, data y otros instrumentos de medida estadística, este Jefe de la Policía se guillotine al decir que todo es asunto de percepción? Justo ayer domingo leía un status de Facebook de una mujer que fue atracada a punta de pistola en los Próceres con Kennedy y cuando fue a poner la denuncia al destacamento le refieren que de ese punto en especifico reciben 12 quejas diarias de robo. Entonces ¿En que estamos?

    Ahora mismo nos enfrentamos a un estadio de Asedio y persecución entre los principales protagonistas “Derechos Humanos” al Ciudadanía y los ladrones. No involucro a la Policía porque estos lamentablemente, se han vuelto “Actores” de reparto SECUNDARIOS en esta trágica historia de lo que se han vuelto las calles de Santo Domingo. Ellos simplemente se mueven a las calles de la capital cuando “Uno de los protegidos” o de sus filas es víctima de la violencia o atraco. Luego el resto de la población, sálvese quien pueda. Ahora mismo la situación está que solo uno bastante Suicida, loco o inconsciente, se lanza a las calles o a los tragos sociales pasada las 10pm. Los atracos no cesan. No hay un día que no se sepa de alguien conocido (o conocido de un conocido) que no sea víctima de estas lacras sociales. Porque no es para comer que atracan. Atracan para Drogas y vicios.

    Justo dos sábados atrás una empleada de donde trabajo estaba en la parada de la OMSA en el Farolito. Eran las cuatro de la tarde y se acercaron cuatro menores, todos armados con pistolas y ella no tenía un centavo y ellos amenazaban a la clara con “llenarla de plomo” si no les daba dinero. Una OMSA se detuvo pensando que eran todos pasajeros y al ver las armas, cerraba su puerta y aceleraba para salir “Juyendo”. La mujer fue hábil y saltó adentro del vehículo cuando arrancaba y se dio un golpe fuerte contra la barra de paso dentro del bus y cayó de rodillas. Al Chofer le sorprendió que ella saltara porque su intención (y se lo confesó) era el huir de ahí lo mas rápido posible, no pensando en las consecuencias para la víctima sino en su propia vida.

    Y lamentablemente la delincuencia ha arropado el país por ese mismo pensar: Que Derechos Humanos defienda lo que le de la gana “Eso a mi no me va a pasar”
    y eso es hasta que pasa.

    ¿Y entonces? ¿Dónde iremos a parar?

    Hasta que ciudadanos anónimos comiencen a tomar la justicia en sus manos. Hay un par que empezaron interviniendo con armas y acabando con el problema. Pero, son una minoría y hasta que sigamos pensando como “UNIDAD” y no como un “TODO” seguiremos no así, sino peor.

    Reply
    1. Individuo

      “Porque no es para comer que atracan. Atracan para Drogas y vicios.”

      Ahí está el punto de todo.

      Reply
  2. marcos

    jenial el comentario .pero ten cuiddado por favor. no vallas a moril en un intercanbio de disparo con la pn. y luego aparesca tu cadaber con 2 uzi. una pistola 45. un kilo y32 gramo de coca. un colin vaciao. 2 piedras. y el recuerdo de tu tio lopez ke si aun esta vivo le deseo salud y si ya se marcho tu trankilo ke ese esta mas trankilo ke tu y ke yo ke tenemos ke vivir con este maldito miedo como todos los dominicanos. como decia papa ke en pas descanse ke la vijen dee la aaaiiitagracia no acompanen. ame.

    Reply
  3. Víc Féliz

    No hace mucho leí este titular: Jefes FFAA y PN afirman que Seguridad Ciudadana quedó rezagada en RD, cierro cita. Ustedes creen que dos de las altas autoridades que deben salvaguardar a la población deben hacer este tipo de declaraciones y que no pase nada?, una sustitución, una cancelación NADA, osea ellos confirman lo incompetentes que son pero siguen cobrando como si nada pasara y la delincuencia arropando esta nación, sigamos así

    Reply

Deja un limón acá