Por supuesto, debido al desenlace del noveno partido de la Serie Final, ocurrido anoche, esta limonada no es todo lo feliz que debió haber sido. Y sin embargo, no deja de ser importante que exista. Anoche las Águilas, mis amadas Águilas Cibaeñas, cayeron derrotadas ante unos formidables Leones del Escogido, hoy Campeones Nacionales y ojalá que pronto también del Caribe.
Dicen que quien llega en segundo lugar es el primer perdedor, y aunque los buenos Aguiluchos y Aguiluchas ciertamente no estamos felices con la derrota, siento a mi alrededor un profundo sentimiento de orgullo hacia los hombres que por más de dos semanas nos mantuvieron en vilo, inflados de esperanza y alegría. Obvio, ¡queríamos la corona! Anhelábamos completar el milagro de venir de ultratumba a conquistar la cúspide del Olimpo beisbolístico. Hubiera sido el perfecto broche de oro a un batallar sin precedentes en la historia de nuestro pasatiempo rey.
Pero la realidad es que no logramos el cetro y estamos tristes por ello. Avergonzados jamás, y mucho menos frustrados, pero sí legítima y auténticamente apesadumbrados por haber carecido ese “último chin de suerte” que quizás nos faltó para no cometer ese error, o esa “pequeña ñapita de juicio” para correr mejor las bases. Quien me conoce sabe que no pretendo disminuir ni medio chele la proeza de los Leones, pero creo que no hay un sólo fanático del Escogido que no sea capaz se reconocer que el juego estaba para cualquiera de los dos. En momentos como ayer, odio que el béisbol no tenga empates como el fútbol. Yo bauticé el despertar de mi equipo como #MILAGUILAS, o en su forma extensa “Milagro” se escribe con “Águilas”.
¡Salve, Campeones! ¡Salve, #MILAGUILAS!
Aplaudo profunda y vigorosamente a los Leones del Escogido, su brillante e innovadora gerencia, sus dirigentes, peloteros y por supuesto a la fanaticada que renace y se regocija con glorias actuales y factuales que por tantos años esperó con paciencia, devoción y (no lo nieguen) muuuuchos piques. Han cosechado frutos ejemplares y los que amamos otras franelas deseamos que las gerencias de nuestros equipos copien tan buen ejemplo. Sin duda alguna, los Leones están encaminándose a forjar una nueva dinastía, la cual esperamos combatir con una nuestra, pero hay que reconocer que ya nos llevan una buena ventaja. ¡Loor, campeones!
Sin embargo, no puedo dejar de aplaudir al equipo de mi niñez, que tenía tres años sin visitar la Serie Final (racha más larga en más de 20 años), cuyo último Round Robin en el 2009 arrojó un pírrico balance de 2-16, que durante dos años seguidos quedó fuera de la post-temporada (algo que creo que hacía más de 30 años que no sucedía). Aplaudo a las Águilas que conquistaron la Serie Regular con 30 victorias. Aplaudo a las Águilas que llegaron al 13 de enero con 4 ganados y 9 perdidos virtualmente desahuciados y supieron rebasar a Gigantes y Tigres para reclamar el derecho de ir a la Final. Aplaudo a las Águilas que cayendo 0-3 lograron igualar a 3 la Serie y luego empatarla nuevamente a 4. Aplaudo a las Águilas que llegaron al juego de ayer presentando a Raúl Valdés con sólo dos días de descanso y contuvo a los Leones por seis entradas. Aplaudo a todos los jugadores, incluyendo a los que ayer cometieron errores físicos o mentales, porque aunque nos costaron la corona, ¡carajo! ustedes son unos toletazos de profesionales.
Billy Beane se equivocó
Esta limonada no es tan feliz como estaba pensada. Pero como dije antes, es necesaria. Muy necesaria. La gente olvida fácilmente, máxime a los que no conquistan el máximo galardón.
¿Por qué, entonces, he escrito esta limonada? Porque yo quiero demostrarle a Billy Beane que estaba equivocado. Ciertamente nadie recuerda al subcampeón, pero yo no puedo olvidarme de estas Águilas. El siguiente fragmento está extraído de la excelente película Moneyball, que narra la historia de Billy Beane, el General Manager de los Atléticos de Oakland. En el 2002 los Atléticos lograron la hazaña de ganar 20 partidos en forma consecutiva y revolucionaron una parte importante de la labor de los gerentes cuando empezaron a utilizar los principios de sabermetrics para evaluar el desempeño de los jugadores. Sin embargo, Beane no estaba conforme.
[Billy] –It’s hard not to be romantic about baseball. This kind of thing, it’s fun for the fans. It sells tickets and hot dogs. (But) Doesn’t mean anything.
[Pete] –Billy, we just won 20 games in a row.
[Billy] –And what’s the point?
[Pete] –We just got the record.
[Billy] –Listen, man. I’ve been in this game a long, long time. […] If we don’t win the last game of the Series, they’ll dismiss us. I know these guys. I know the way they think, and they will erase us.
Sí, Billy… tienes razón pero no conmigo. Yo no puedo olvidar lo que hicieron las Milagrosas Águilas Cibaeñas en esta temporada. Aunque no tenga un trofeo más, aunque todo el país quiera hacer burla de mi equipo, yo la espalda jamás le daré a un equipo que logra hacer lo que hicieron mis Águilas.
Tremendas palabras Dario!!! Si supieras el dolor que tenia al no poder ver el partido de ayer. Es muy dificil tirarse ese tipo de juego en radio (en internet) y con un delay de casi 30 segundos. Pero asi lo hice porque como dicen “Milagro” se escribe con “Aguilas”.
Es la pura verdad la sensacion de nunca perder que ha retomado este equipo aguilucho, asi mismito cuando en la decada de los 90 se caracterizaba con el grito de que: “A las Aguilas hay que hacerle el out 27”.
Hoy mas que nunca estoy orgulloso de ser Aguilucho y humildemente esperare la nueva temporada invernal para retomar nuestro nuevo grito de guerra: “Milagro” se escribe con “Aguilas”.
Orgullosamente Aguilucha!
Por esta y MIL Razones mas soy un fiel seguidor de estas limonadas… no importa de que equipo seamos, ni quien gano, ni quien es campeón… esta limonada refresca el ambiente y nos neutraliza sin importar si nos hemos quedado en la serie regular…
Sigue con las limonadas!
Hermoso escrito.
Soy, y seré por siempre orgullosamente Aguilucho…como bien dices, esto no es buscar errores en los jugadores (Que Brandon Moss se afeitó y perdió la fuerza, embute), que si esto, que si aquello. Toda la noche y parte de este dia, me la he pasado pensando muchas cosas del juego (Que si dejar a Valdes hasta que el mismo dijera, “no puedo mas”, que si traer al otro zurdo, etc.). pero al final, solo me queda el orgullo de ser un Aguilucho de verdad!
Excelente escrito. Aguiluchos hasta la muerte!!!
Tremendas palabras la mera verad…Gracias por compartirlas…Me siento orgullosa de mi equipooo .VUALAAAGUILAAA CARiIJO!!
Todo lo escrito revitaliza el animo de los Aguiluchos, que hoy mas que nunca nos sentimos orgullosos del amor que sentimos por esa franela.
Anoche, despues del juego escribí este post en mi página de Facebook y aprovecho la oportunidad para compartirlo con ustedes:
Como todo AGUILUCHO, me siento mas que orgulloso por el arrojo y gallardía de un equipo a todas luces inferior, que llegó hasta esta final despues de ganar los últimos 5 juegos del Round Robin y eliminar a los Tigres del Licey en un juego de desempate.
Orgulloso de un equipo que perdió los tres primeros juegos de la Serie Final, llevando a muchos incrédulos a pronosticar una barrida, y que sin embargo ganaron 4 de los próximos 5 juegos para forzar un 9no juego de la Serie Final, al que llegaron ganando hasta el octavo inning, viendose a 5 outs de conquistar la corona.
Orgulloso de ese equipo que puso a gozar a su fanaticada mas que ningún otro esta temporada, porque fue el que mas victorias obtuvo desde el 14 de Octubre hasta hoy.
Orgulloso porque nos dió la satisfacción de eliminar a los Tigres del Licey en un juego que nos dió el Sub-Campeonato y que gozamos y disfrutamos tanto o mas que lo que estan gozando y disfrutando los Escogidistas esta noche.
Orgulloso, porque disfrutamos nuestras victorias y no tenemos que esperar que otro equipo gane para disfrutar victorias ajenas…
Me quisieron dar el pésame por la derrota. Yo solo pude decir: “y vua llorá?” Con este renacimiento, con este retorno, con estos jugadores que han vuelto a dejar la piel sobre las líneas de cal y la grama? No señor, yo celebro a mi equipo y, aunque la derrota duele, el dolor se reduce al pensar que fuimos un digno rival y que no me averguenzo de andar con mi gorra negra con una brillante AC amarilla.
Salve, ave del Cibao! Quienes te seguimos hasta la muerte, te saludamos!
Excelente post!