¿Por qué las mujeres hablan TANTO?

Esto no es de mi autoría. Lo encontré buscando en Google el título a partir de un mensaje que me enviara mi amigo Allan Rodríguez. Su lectura plana y simple, me deja respondidas dos grandes interrogantes existenciales: La primera es la que da título al post, y la segunda es ¿Por qué los hombres pensamos TANTO en sexo?

Y resulta que, lejos de explicaciones chauvinistas y diatribas sexuales de uno u otro género, la respuesta es simplemente nuestras reacciones hormonales, dispares y particulares. No sé si pensarán igual, pero me parece que esta explicación, que cuenta con cierto apoyo científico, es mucho más diplomática y pacífica que cualquiera otra que haya escuchado.

¡Así que aquí está!

¿Por qué hablan tanto las mujeres? (casi resuelto)

Ya lo sospechaba yo: las mujeres hablan mucho más que los hombres, el triple, para ser más exactos. Alguien se encargó de contarlas: mientras que los hombres articulan diariamente unas 7 mil palabras, ellas 20 mil. Esto, por si a alguien se le ocurre, no significa que tengan un mayor vocabulario, si no que simplemente -según un estudio actual- sus cerebros están diseñados para hablar más…

Además de hablar más que nosotros, las mujeres hablan más rápido y utilizan más potencia cerebral para ello, por lo que gastan más energía. Es que el cerebro femenino es bastante diferente al masculino en algunos aspectos. El cerebro de la mujer viene ya preparado para hablar hasta por los codos, posee más neuronas especializadas en tal acción que el hombre, pero, además, reciben una recompensa por ello…

Ahora viene lo más interesante: ¿por qué las mujeres no pueden parar de hablar? Según el estudio, el simple hecho de hablar hace que el cerebro de las mujeres inunde el organismo con sustancias químicas altamente adictivas. Se las compara incluso con la heroína.

¿Así que, mientras yo escuchaba como un perfecto caballero, sin recibir ningún tipo de recompensa, ellas tenían una fiesta neuronal? ¿Qué más me perdí? ¿Tienen orgasmos cuando miran zapatos en una vidriera?

No. No las entiendo, no las entiendo. Y no soy el único.

En fin… El mismo estudio también informa que los cerebros masculinos son condicionados por la hormona sexual testosterona, que nos hace fuertes y silenciosos, en comparación con ellas, y como consecuencia, la parte el cerebro responsable de los pensamientos sexuales es dos veces mayor que en las mujeres.

Por otro lado, hablando de sexo -no pude evitarlo-, las mujeres tienen menos de la hormona serotonina, que incide en el aumento de la felicidad y el estímulo sexual, mientras que su escasez conduce a la depresión y la falta de deseo sexual.

Resumiendo: los hombres piensan mucho en sexo y las mujeres hablan demasiado.

Yo creo lo siguiente: no es precisamente que las mujeres hablen más, si no que son más capaces de sostener un monólogo. Es como si la mente del hombre viniera preparada más bien para el diálogo (por eso nuestras charlas suelen ser más cortas, porque esperamos una sucesión de preguntas y respuestas, aunque no sé por qué).

Además, las mujeres tienen mejor memoria. Recuerdan cada detalle de una historia y parece que no pueden evitar mencionarlos cuando la cuentan, lo que deriva en un monólogo virtualmente infinito, como lo ilustra el gráfico de la derecha. Las mujeres divagan y no suelen ir al grano cuando se les pregunta algo.

Nuestras ideas de “hablar” son bien distintas (estoy generalizando por cuestiones prácticas; siempre hay excepciones). Para ellas hablar es hablar, y para nosotros hablar es hablar y oír. Lo curioso es que, según el estudio, nuestros cerebros también están preparados para enfrentar esta diferencia y nos hacen sordos a determinados comportamientos verbales femeninos. De otra manera, explotaríamos. Eso también explicaría por qué existen los besos, máquinas de callar invictas desde hace milenios.

Bueno, al menos queda claro por qué hablan tanto: están constantemente drogadas.

3 Comments ¿Por qué las mujeres hablan TANTO?

  1. Darío

    Ya está, al parecer al copiar tu texto se malformó el enlace. Disculpa, y gracias por permitirme copiarlo (sin permiso) 😀

    Reply

Deja un limón acá